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DESAFIO EPOCAL DEL SIGLO XXI: LA FORMACION DE COMPETENCIAS

Nos proponemos delinear en el contorno de la realidad latinoamericana y caribeña, nuestra visión de la FORMACIÓN BASADA EN COMPETENCIAS y sus prácticas.

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APRENDIZAJE POR COMPETENCIAS

Autora: Dra. Rocío de Prato, PDra.
Directora INSTITUTO DE CAPACITACION DOMINICANO, ICD
Con mucha atención leí entrevista a altas autoridades de INFOTEP publicada en la prensa nacional. Destacan los Licenciados Ovalles y Pichardo la formación por competencias como factor estratégico esencial para la productividad, competitividad y desarrollo económico de las empresas en el país.
Como expertos internacionales en la formación de competencias, desde el INSTITUTO DE CAPACITACION DOMINICANO ICD, compartimos las convicciones que animan estas declaraciones de las altas autoridades de INFOTEP, porque en esta “era del talento humano” las evidencias empíricas en diferentes países evidencian que la productividad y competitividad no dependen solo de cambios tecnológicos o de capital; sino que son impactadas fundamentalmente por la adecuada capacitación del talento humano.
Por ello ICD, edifica su acción formativa sobre la premisa que cualquier cambio para impulsar la productividad y competitividad en República Dominicana solo será sostenible si las personas desarrollan competencias integrales, capacidades y talentos que faciliten su discernimiento, compromiso, creatividad, responsabilidad y participación activa en esos cambios. Esto porque, si la productividad es el resultado de cambios generados por la innovación en procesos y productos organizacionales mediante la aplicación exitosa de nuevos conocimientos o una manera diferente de hacer lo cotidiano, nuestra concepción del participante que aprende a pensar su realidad laboral de manera sistémica, critica, problematizadora desarrollando su posibilidad de crecer como persona, profesional y miembro de una comunidad local/nacional, es una visión que posibilita el cierre de brechas formativas, la actualización y educación permanente, así como la formación del talento humano dominicano con capacidad y entusiasmo para aportar elementos de transformación altamente notables.
En nuestra método-lógica la articulación horizontal permanente que hacemos entre el mundo laboral y el de la formación, tiene como propósito fundamental el fortalecimiento entre saberes estratégicos, intrategicos y básicos para mejorar tanto habilidades productivas que fomentan la empleabilidad, como la efectividad del desempeño laboral para sostener los cambios y la competitividad en las empresas, a través de prácticas exitosas sustentadas por el evidente compromiso con el trabajo colaborativo, con una pasión compartida para generar calidad, innovación y seguridad en los procesos y productos.
Es por ello que, como lo mencionamos al principio, coincidimos con los esfuerzos de INFOTEP para el diseño y puesta en marcha de un sistema de formación en competencias desde una perspectiva flexible, adaptable, pertinente, que “lea e interprete” oportunamente las necesidades variantes y los retos que impone el mundo globalizado a las organizaciones y al país, para mantener su competitividad y productividad.

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LA FORMACION POR COMPETENCIAS DE LOS DOCENTES: SUS DESAFIOS

La decidida posición del estado dominicano para asumir el cambio en estructuras, métodos de aprendizaje y perfiles de egreso de la nueva generación de estudiantes, pone en el centro del debate nacional la naturaleza de la formación de los docentes que serán los llamados a posibilitar esa necesaria transformación educativa. Desde el punto de vista de ICD exponemos los ejes centrales a través de los cuales consideramos debe movilizarse la formación docente requerida hoy:
- Formar a los docentes desde el enfoque por competencias. Esto implica cambios de fondo: desde el énfasis en el saber, hacia una formación orientada al saber actuar efectivo (desempeño). Es Saber cómo hacer, actuar, desempeñarse, y diseñar acciones concretas de aprendizaje.
- Esta perspectiva impone una formación docente no basada en el enciclopedismo, sino en competencias integrales: estratégicas (técnicas), Intrategicas (genéricas) y básicas, que le permitan movilizar recursos de manera rápida, pertinente y creativa para entender y asumir lo volátil, cambiante e inestable de los conocimientos.
- Una formación por competencias para que el docente sepa hacer y actuar integrando múltiples recursos cognitivos: saberes, estrategias, capacidades, desarrollo progresivo de habilidades y destrezas, informaciones, valores, actitudes, esquemas de percepción, de evaluación y de razonamiento, integrándolos en la planificación y ejecución docente.
- Que tenga una visión inter y transdisciplinaria para articular aspectos técnicos/teóricos/prácticos/de acción de su materia con otras del currículo.
- Esta formación ES más que teoría y práctica. Es la aplicabilidad (competencia) de poder y saber actuar, dar sentido y significado e interpretar de manera pertinente las situaciones de aprendizaje de sus estudiantes, para tomar decisiones efectivas a partir de la experiencia-acción-reflexión-aprendizaje-re aprendizaje.
Es por esto que en el ICD proponemos una formación docente orientada a APRENDER A APRENDER CRITICA Y PERMANENTEMENTE. Esto significa destacar el carácter aplicativo de los aprendizajes (decimos que la persona es competente cuando es capaz de resolver problemas propios de su ámbito de actuación) y también su carácter dinámico (esto es, se adquieren y desarrollan en la acción y también se perfeccionan gracias a la misma acción). Entendiendo, evaluando y creando desde el producto de estas dos características, se generarán mejores prácticas educativas y se lograra un superior desempeño docente.
AUTORES:
Dra. Rocio de Prato, PDra.
DIRECTORA INSTITUTO DE CAPACITACION DOMINICANA, ICD

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EL APRENDIZAJE: “INVITADO DE HONOR” PARA EL ÉXITO DE LAS REFORMAS EDUCATIVAS

Es usual en algunos de nuestros países que las reformas educativas se centren en modificaciones de los contenidos, orientaciones curriculares y metodología de enseñanza, obviando dos temas fundamentales: el aprendizaje y su evaluación. En nuestra experiencia internacional como formadores e investigadores, hemos podido apreciar que el tema del aprendizaje es quizás el menos considerado en las reformas educativas, siendo el más importante pues determina el éxito o fracaso del estudiante
Por ello, en esta oportunidad desde el ICD centraremos nuestra conversación con los lectores en el factor que a nuestro juicio permite evidenciar el éxito o no de cualquier reforma educativa: el aprendizaje logrado por los estudiantes.
Una lección aprendida por muchos países es que cuando no se cambian las estrategias de aprendizaje, los intentos de reforma terminan siendo anulados o engullidos por la manera tradicional de “impartir” educación, donde tiene más importancia el rol del docente que su resultado: el aprendizaje.
Se impone re-orientar las estrategias de acción utilizadas en las aulas para dar nuevas respuestas a tres dimensiones transversales que guían cualquier proceso de reforma: la primera, para que, o el sentido y finalidad del proceso educativo; la segunda referida al que, o sea los contenidos y competencias que demanda esta sociedad en permanente cambio e incertidumbre; y la tercera al cómo se da un aprendizaje significativo y pertinente, es decir, un despliegue tanto método-lógico como de la practica docente CENTRADA en el aprendizaje del alumno.
En consecuencia, puntualizamos los siguientes elementos necesarios para que el aprendizaje sea el “invitado de honor” en nuestra reforma educativa:
Identificar y establecer saberes fundamentales y competencias exigidas en el siglo XXI, aplicando en la educación y su currículo una lógica basada en la relevancia y funcionalidad de los aprendizajes.
Activar el protagonismo, y la actuación responsable, comprometida y autónoma del estudiante, para que su aprendizaje sea verdaderamente significativo.
Incorporar otros agentes educativos para hacer el aprendizaje pertinente y contextualizado.
Desarrollar un proceso des-homogeneizador que propicie el aprender a aprender y aprender a pensar como vías para resolver el nudo crítico de la calidad educativa del país.
Autora. Dra. Rocío de Prato, Dra.-PDra
Directora del Instituto de Capacitación Dominicana, ICD.

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El ‘invitado de honor’ en reformas educativas

Es usual en algunos de nuestros países que las reformas educativas se centren en modificaciones de los contenidos, orientaciones curriculares y metodología de enseñanza, obviando dos temas fundamentales: el aprendizaje y su evaluación. En nuestra experiencia internacional como formadores e investigadores, hemos podido apreciar que el tema del aprendizaje es quizás el menos considerado en las reformas educativas, siendo el más importante, pues determina el éxito o fracaso del estudiante. Por ello, en esta oportunidad desde el ICD centraremos nuestra conversación con los lectores en el factor que a nuestro juicio permite evidenciar el éxito o no de cualquier reforma educativa: el aprendizaje logrado por los estudiantes.
Una lección aprendida por muchos países es que, cuando no se cambian las estrategias de aprendizaje, los intentos de reforma terminan siendo anulados o engullidos por la manera tradicional de ‘impartir’ educación, donde tiene más importancia el rol del docente que su resultado: el aprendizaje.
Se impone reorientar las estrategias de acción utilizadas en las aulas para dar nuevas respuestas a tres dimensiones transversales que guían cualquier proceso de reforma: la primera, para qué el sentido y finalidad del proceso educativo; la segunda, referida al qué, o sea los contenidos y competencias que demanda esta sociedad en permanente cambio e incertidumbre; y la tercera, al cómo se da un aprendizaje significativo y pertinente, es decir, un despliegue tanto método-lógico como de la práctica docente centrada en el aprendizaje del alumno.
En consecuencia, puntualizamos los siguientes elementos necesarios para que el aprendizaje sea el ‘invitado de honor’ en nuestra reforma educativa:
- Identificar y establecer saberes fundamentales y competencias exigidas en el siglo XXI, aplicando en la educación y su currículo una lógica basada en la relevancia y funcionalidad de los aprendizajes.
- Activar el protagonismo, y la actuación responsable, comprometida y autónoma del estudiante, para que su aprendizaje sea verdaderamente significativo.
- Incorporar otros agentes educativos para hacer el aprendizaje pertinente y contextualizado.
- Desarrollar un proceso des-homogeneizador que propicie el aprender a aprender y aprender a pensar, como vías para resolver el nudo crítico de la calidad educativa del país.
AUTORES:
Dra. Rocio de Prato, PDra.
DIRECTORA INSTITUTO DE CAPACITACION DOMINICANA, ICD

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RD en fortalecimiento de la calidad educativa

Realizar una carrera técnica sólo para obtener un diploma es muy frecuente actualmente en el país. Muchos estudian para adquirir el aprendizaje necesario, mientras otros lo hacen simplemente para recibir un certificado de participación por competencia.
Realmente, en República Dominicana se están haciendo trabajos desde diferentes ámbitos del Gobierno (Ministerios de Educación, de Trabajo, de la Juventud, Infotep, CEI), organizaciones de la sociedad civil (Educa, Inicia, Parque Cibernético, entre otros) y empresariales (la mayoría de las empresas tienen programas específicos de capacitación, aunque aún no todas desarrollan formación por competencias).
Rocío Zuluaga, directora del Instituto de Capacitación Dominicano, comenta que como resultado de estos esfuerzos, de la voluntad y el compromiso de muchos sectores y de la contribución de expertos internacionales, desde el año 2013 se ha elaborado un currículo por competencias en los diferentes niveles del sistema educativo, con el propósito de contribuir al fortalecimiento de la calidad de la educación dominicana.
“No obstante, consideramos que todavía algunos aspectos pueden fortalecerse aún más para dinamizar una agenda en la que todos estemos comprometidos en el avance hacia una transformación sistémica integral y logren adecuarse a las condiciones y retos en el conocimiento del siglo XXI”, dice.
RESULTADOS
Zuluaga también sostiene que este tipo de sistema puede funcionar con la formación de los maestros para cambiar de manera significativa paradigmas y acciones de aprendizaje en el aula; formación e integración de las comunidades; integración y articulación efectiva entre programas y acciones públicas y privadas para cubrir amplios sectores poblacionales al mismo tiempo; así como multiplicar experiencias de vinculación entre lo público y privado para que temas como productividad, competitividad y formación de competencias integrales sean partes consustanciales y principales de acciones y programas.
MEJORAS CON LOS RESULTADOS
Rocío Zuluaga, directora general del Instituto de Capacitación Dominicano, opina que lo que otros países pueden ver como déficit que obstaculiza el desarrollo puede verse como oportunidades para reconocer, valorar y mejorar nuestra realidad actuando diferente.
“Son muchos los desafíos y también los aportes de las autoridades gubernamentales para avanzar con mejores resultados, ya sea profundizando el cambio del paradigma educativo que lleve a aprender a pensar permanentemente; el apoyo de cambios profundos en patrones culturales, educativos y empresariales que frenan nuevos valores sociales, formativos y económicos y la adecuada gestión del talento humano; el fortalecimiento de la equidad y democracia como pilares fundamentales para la competitividad y productividad del país, entre otros”, explica.
Otra de las metas es proponerse de manera permanente, sistémica y efectiva propósitos, programas, acciones y experiencias entre organizaciones públicas y privadas para la prestación de servicios y apoyos complementarios que fortalezcan competencias. Esto permitirá determinar necesidades, actualizar perfiles ocupacionales, para alimentar el sistema de información definiendo posibles nichos de empleo y la formación en competencias requeridas.
En el marco de la República Digital, se otorga valor estratégico a los procesos de innovación, desarrollo y transferencia de tecnología para estrechar lazos entre las diferentes instituciones de formación del país e implicaría multiplicar el desarrollo y aplicación de servicios tecnológicos integrales para las empresas y para la comunidad, como laboratorios de ensayo de materiales, certificación de productos y procesos, divulgación tecnológica, banco de datos sobre recursos tecnológicos y materiales, asistencia técnica para la transferencia, adaptación e innovación de tecnologías, entre otros.
¿QUÉ ES LA CAPACITACIÓN DE COMPETENCIAS?
En el Instituto de Capacitación Dominicano (ICD) se diferencia por la etimología de los conceptos lo que es capacitación (hacer a alguien apto, habilitarlo para algo) y formación (dar forma a algo, crear algo que no existía).
Por ello, el primero se entiende referido al aprendizaje de una habilidad específica, de un hacer concreto, por ejemplo, escribir una carta en Word. Y el segundo implica integración entre saberes de diferentes competencias para lograr que el participante entienda la naturaleza, principios o el lenguaje del programa de Word, de manera que tenga destrezas, habilidades, idoneidad, capacidades y conocimientos para resolver pertinente, creativa y efectivamente problemas que se presenten, redescubrir nuevas herramientas, procedimientos, usos y relaciones con otros programas, contribuyendo al mejoramiento de su desempeño y a la productividad en una situación o contexto.
Es una sutil diferencia que ayuda a establecer criterios de excelencia en la selección de los procesos de formación o de capacitación, así como los criterios de desempeño, según el caso. Por tratarse de un medio estratégico para incrementar la competitividad y productividad de las personas y de las economías de los países en escenarios globales, hoy se utiliza de manera más general la denominación: educación basada en competencias.
Este enfoque integra varios elementos que le confieren una dimensión sistémica:
a) Los insumos de la competencia (conocimientos, habilidades, valores).
b) El contexto individual (la persona y su entorno) en que la competencia se desarrolla y aplica.
c) Los procesos y resultados de desempeño de esta, en relación con la comprensión y la transformación de una realidad compleja (inherente a condiciones y circunstancias particulares).
d) La estrecha relación con la capacidad de las personas, como individuos, organizaciones, comunidades y sociedades, para solucionar problemas que les atañen, dentro de situaciones concretas.
AUTOR:
Fénix Hernández de Listín Diario.

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FORMANDO POR COMPETENCIAS

Anteriormente cada vez que escuchaba la frase que conforma el título de este artículo me llegaba a la mente un grupo de "estudiantes" bien "alineaditos" y formándose en grupos para desarrollar actividades que previamente había ideado yo mismo como fruto de mi "vasto" entendimiento de los temas tratados. Sin embargo, no es así.
Siempre he sido un entusiasta de la docencia, de dar clases, de ser profesor, ese fue mi gran sueño. Y cuando, gracias a Dios, llegué a las puertas del ICD me dice el Coordinador Académico.
- "Nosotros no somos profesores, no damos clase…"
Por un momento pensé, - "desde que termine de hablar me doy media vuelta y me voy".
Y luego concluyó la frase diciendo: "…nosotros formamos en competencias".
"Ahora sí, esto sí que yo lo se manejar, y realmente lo que dijo me hace sentido", pensé. Lo que nunca me imaginé es que Formar por Competencias era exactamente lo contrario a todo lo que yo creía que era, aunque nunca estuve en contacto directo con el método anteriormente ya esta era una frase que rondaba las aulas de República Dominicana hace unos años y estaba interesado en ella.
A pocos días de cumplirse un año aplicando el método ABPP (Aprendizaje Basado en Problemas y Proyectos) de la mano de los directivos académicos del ICD podría atreverme a comparar el Formar en Competencias con formar a un hijo; ¿no es acaso el mayor deseo de un padre que su hijo esté mucho mejor formado que él?, pues es exactamente esto lo que se siente.
Cuando un facilitador entiende la formación de competencias y abraza la misión y visión de la misma, lo mínimo que desea, es ver a sus participantes desempeñándose muchísimo mejor que él, no solo en el campo laboral, sino también en lo personal, que sea capaz de actuar en vez de hacer, que pueda provocar cambios positivos en todo su entorno, que irradie competencias ¡hasta por los poros!, básicas, laborales y de todos los tipos que puedan existir.
Como dice un amigo, existen dos tipos de salarios, el monetario y el emocional, y puedo asegurar con la mayor certeza que el salario emocional que recibo al ver a mis participantes desarrollando y aplicando las competencias aprendidas en el Instituto de Capacitación Dominicano aplicando el ABPP, no se compara al mayor de los salarios monetarios.
AUTOR:
Ing. Guillermo Mejía
Facilitador en el Instituto de Capacitación Dominicano (ICD)
CARRERA TÉCNICA:
Logística y transporte

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Train the trainers

Desde el Instituto de Capacitación Dominicano (ICD), hemos venido planteando reiterativamente la formación por competencias como respuesta a la necesidad actual de lograr una formación contextualizada, dialógica, flexible, centrada en el aprendizaje de la persona, su autonomía y capacidad de autoregulación para la definición de sus propias metas de aprendizaje. Como es obvio, desde esta perspectiva afloran nuevas líneas de acción y nuevas metas que re-focalizan la estructura y desarrollo de cualquier formación, tornando como problemas centrales el tipo de conocimiento, de competencia a desarrollar, el rol del facilitador y el participante.
Para quienes lideran y dirigen organizaciones de diferentes tipos y naturaleza (empresariales, educativas, sociales etc.), este giro en la formación seguramente avivará preguntas como: ¿Qué hacer para que los intentos de empoderar el personal con el conocimiento propio y profundo de nuestros procesos dé el resultado esperado? ¿Por qué en los diferentes niveles de nuestra organización no “circula”, se transfieren y sistematizan los conocimientos e informaciones para evitar re-procesos y apalancar nuestra efectividad y adaptación al cambio?
Algunas de sus posibles respuestas de manera inequívoca coincidirá con nuestra propuesta sobre la necesidad y pertinencia de que quienes fungen como facilitadores, además de conocer sobre la información técnica “dura” necesaria, pero no suficiente en este tiempo, posean y demuestren competencias para desarrollar metodologías, técnicas y herramientas y crear espacios y ambientes que propicien en los participantes aprendizaje y habilidades para identificar los modelos cognitivos y activos (pensamiento y acción) que fluyen dentro de la organización.
Por ello, a través del programa ‘Train the Trainer’, se ofrece a las organizaciones la posibilidad de formar facilitadores con habilidades, capacidades y actitudes para orientar, mediar y guiar procesos dialógicos y participativos; creando al mismo tiempo condiciones para re-descubrir y co-construir conocimientos potenciadores de la capacidad institucional de ser y actuar como una “organización que aprende” (Senge, 1990) , es decir, una organización en cuya estructura se dinamizan competencias articuladas con la identificación, uso, desarrollo y adquisición del conocimiento e información propios a su naturaleza, visión y propósito.
AUTOR:
Dra. Rocío Zuluaga de Prato
Directora de ICD

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El aprendizaje basado en problemas y proyectos (ABPP)

Es una constante en mis artículos enfatizar el permanente e inevitable cambio que experimenta nuestra sociedad hoy y su impacto en los procesos de aprendizaje. Este impacto interpela directamente la forma, modo y condiciones del aprendizaje, las estrategias de formación aplicadas y su efectividad para propiciar y fortalecer competencias integrales en nuestros jóvenes brindándoles oportunidades, empleabilidad así como crecimiento personal y profesional según la exigencia actual.
¿Qué es necesario cambiar? y ¿cuáles son nuestros retos como docentes? Las respuestas a estas preguntas se construyen al re-pensar nuestro compromiso con la aplicación de procesos y experiencias que enriquezcan la gestión del aprendizaje tanto en el aula como fuera de ella, por ejemplo, el aprendizaje basado en problemas y proyectos (ABPP); así como nuestra disposición para identificar aspectos estratégicos y prioritarios que fomenten al máximo el aprendizaje permanente, activo, reflexivo y contextualizado, porque no es lo mismo “aprender para archivar” que aprender para actuar de manera efectiva en diferentes contextos.
Quizás algunos docentes puedan argumentar que estrategias como la ABPP son un “invento difícil” para aplicar, pero la verdad es que ya se aplicaba con éxito en los años 20 del siglo pasado en diferentes países del continente europeo, por ejemplo, España e Inglaterra. Es importante resaltar que su resurgir es producto de la búsqueda de metodologías efectivas y de calidad que respondan a las exigencias de la sociedad del conocimiento.
Así pues, la ABPP es solo una parte visible de la espiral de transformación educativa para adaptarse al cambio social. Para su aplicación contextualizada en las aulas, consideramos útil definir tres escenarios:
La perspectiva del alumnado, que es generar nuevos modos de articulación entre saber conocer, saber hacer, saber ser para empoderar al alumnado como agentes de su propio aprendizaje, fomentando pensamiento crítico, innovador, proactivo y resolutivo.
Nuestra perspectiva docente, que es conectar desde la ABPP nuestro desarrollo profesional: aprender a aprender, a co-gestionar conocimientos y aprendizajes, a investigar.
La perspectiva del Contexto formativo, que es intercambiar espacios multidisciplinarios, enriquecedores de las experiencias formativas, a partir de redes y equipos de trabajo para la inclusión de fuerzas potenciadoras del conocimiento, mejorando la acción, las prácticas y propiciando la transformación.
AUTOR:
Dra. Rocío Zuluaga de Prato
Directora de ICD